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sábado, 20 de abril de 2013

Cuando la saturación se intensifica



Aprobado ya el primer curso, y por tanto ya preparado para realizar el siguiente ( B2.2.), me encuentro pasado el primer tercio de mis cursos intensivos en Múnich.

El nuevo curso ha supuesto un salto cualitativo, no en la dificultad de la gramática, que a estas alturas está prácticamente ya superada, pero si en el volumen de vocabulario que en unos días nos hemos encontrado. Absolutamente demencial, pero como ese es precisamente el talón de Aquiles de cualquier idioma que se estudia, será bueno que nos hagan esforzarnos más.

Sin embargo esto está suponiendo un genocidio de neuronas, que se suma a la presión que ya soporto, que no es poca.

Pero para eso estamos y para eso hemos venido, hay que aguantar el chaparrón e intentar asimilar lo más posible, a pesar de todo.

En otro orden de cosas, bastante más trascendentales e importantes, ya están los papeles tramitados y ya estoy inscrito en la “Bundesagentur für Arbeit”, estoy pendiente de una entrevista personalizada con un asesor que será la persona encargada de buscarme colocación aquí en Alemania. Veremos cómo es de rápida la burocracia alemana.

La búsqueda de piso marcha despacio, no es nada sencillo y los precios no son nada populares, puesto que la demanda es alta. Pero dispongo de casi un mes y medio y tarde o temprano acabaré encontrando algo decente. 

El mes de mayo supondrá hacer el nivel B2.3, último escalón del nivel B2, antesala del C1 y paso necesario para realizar con ciertas garantías el examen para el “Deutsches Zertifikat B2”. O lo que significa lo mismo, mi pasaporte demostrable hacia un puesto de trabajo en Alemania en el campo por el que tanto he gastado, quemado y penado. Ingeniería. Hace tanto que no ejerzo de verdad en un puesto técnico, que la palabra ha adquirido un tinte casi mitológico.

La vida social aquí sigue siendo agradable, puesto que hemos pasado juntos bastantes compañeros (y pasamos cinco también al siguiente nivel) y tenemos una estupenda relación.

A la espera de que el tiempo mejore un poco más, ya ha dejado de nevar y las temperaturas ya están sobre cero, espero poder hacer alguna excursión a las ciudades cercanas, como Ulm (no debo comprarme la chaqueta de cuero, no debo comprarme la chaqueta de cuero, no debo comprarme la chaqueta de cuero…), Augsburgo e Ingoldstadt, o los castillos de Schleissheim y Linderhof.
Hay tiempo para todo y el coche está deseando moverse un poco :) .

En una semana vuelvo a tener vacaciones, y aunque se avecina una búsqueda intensa de piso, espero poder también recuperarme de este curso. Tengo la cabeza totalmente saturada y necesito un poco de relax. He llegado a un punto que no solo casi no se aprende si no que se involuciona. Espero poder pasar pronto esa etapa.

Espero que la siguiente entrada pueda incluir una noticia buena, que tenga una entrevista de trabajo, por ejemplo. O que me haya tocado un euromillones, por que no ;) . 

Mientras tanto… Bis später!!

martes, 19 de marzo de 2013

A la espera y la búsqueda de las oportunidades

Dia cero, se podría llamar al día en que estoy ya registrado en la ciudad de Múnich como residente.

Primer día simbólico de lo que espero puedan ser muchos más y a ser posible disfrutando de un trabajo en, lo que de aquí a un tiempo, parece ser el país de las oportunidades.

Por lo menos en el campo técnico, en el que todo ingeniero español en Alemania, y muchos de los que se están pensando dar el salto desde España, rezamos para que la industria alemana siga en franco crecimiento y generando empleo.

De momento, a pesar de las doctrinas de austeridad de Frau Merkel, aquí la crisis es menos crisis, aunque solo sea en comparación. Evidentemente esto no es el país de Oz y aquí también hay problemas, pero ni punto de comparación con los que sufrimos en el sur de Europa.

El idioma sigue siendo una barrera, pero una barrera la cual se empieza a vislumbrar que se puede atravesar, subir o rodear. El nivel B2 es solo un poco más duro que el anterior, pero lo cierto es que el vocabulario comienza a quedarse en la cabeza y el alemán comienza a fluir del cerebro a la lengua con cierta rapidez (ni que decir que la cerveza ayuda mucho en este proceso de soltarse). Es algo muy gratificante. Dudo mucho que pueda afrontar todavía una entrevista de trabajo con garantías en alemán, pero el inglés en este caso me guarda las espaldas.

Con el curriculum en perfecto alemán (y corregido muy amablemente por parte de mi profesora) y la información en la mano, estoy empezando a plantar las semillas que, espero, en un futuro me darán una de las mayores alegrías de mi vida.

La busqueda de piso es harina de otro costal, es algo que voy a tener que pelear con uñas y dientes puesto que no tengo un trabajo con el cual avalar el alquiler, pero espero que el hecho de mi titulación y el potencial que esta me confiere, además del hecho de ser solvente, pueda allanarme el camino a la hora de encontrar una vivienda.

Por otro lado, la vida día a día aquí, es bastante satisfactoria (clima aparte), los compañeros y compañeras de clase son muy agradables y a algunos ya les conocía del año anterior, lo que ha facilitado más, si cabe, la integración de nuevo en Múnich.

La vida social es activa y me estoy dando cuenta que es algo que necesitaba más que respìrar. En España me asfixiaba día a día en un sentimiento de desesperanza continuo, en un mar de desilusiones y frustraciones que no conducían a ninguna parte.  Sin incentivos.

No he conseguido nada aún aquí, pero solo por el hecho de haber conseguido remontar un sentimiento de pesimismo crónico y de haber soltado lastres, es en si mismo un éxito tan importante como el resto de lo que debo lograr en Alemania (o por que no, allá donde la vida me lleve).

El estado de ánimo es tan elevado como hacía años que no me sentía, gracias a gente que he conocido aquí y por supuesto al apoyo continuo de mi familia y de la gente que me desea lo mejor allá en el sur.

He venido para quedarme. El fracaso no es una opción :).

"Der Adler ist gelandet "



sábado, 9 de marzo de 2013

El largo camino al norte



Aunque parece el título de una novela de aventuras, de esas épicas, y la realidad es más prosaica, lo cierto es que es un título que encaja bien.

En lo del norte, a pesar de que Múnich no está ni mucho menos tan cerca del mar del mismo nombre, sigue siendo bastante más al norte (y este) de Madrid, y en lo de largo, porque aun siendo “únicamente” 2000 km, hacerlos en coche y en solitario, aunque sea en dos días es demoledor.

Pero ese camino esta recorrido, sin percances ni nada especial a destacar salvo el gustazo que da conducir por las Autobahn alemanas sin quitar el pie del acelerador (en los tramos que no tienen limitación, que son mayoría) porque los carriles son de casi 4 metros de ancho y las carreteras rectas como flechas durante km y km. Sorprendido además de que el gasóleo, tanto en Francia como en Alemania no le lo he visto nunca más caro de 1.45 €.

Así pues de nuevo en Múnich, de nuevo en la residencia del Goethe Institut, y de nuevo con dos meses de curso por delante para obtener el nivel B2. Con la diferencia que ahora se trata de ir un paso más allá, de quedarse aquí a probar suerte.

Por el momento ya tengo los papeles listos para el registro en la ciudad, el dichoso Anmeldung, que es lo que me va a permitir después inscribirme en la oficina de empleo y solicitar el Certificado de Libre Circulación (Freizügigkeitsbescheinigung). Y lo que voy a necesitar cuando quiera alquilar un piso, que esa va a ser otra odisea digna de Homero, puesto que el coste final del alquiler tiene más ramificaciones que las tramas de corrupción de los partidos políticos españoles.

En 15 días voy a realizar una entrevista para un periódico, lo que será una excelente oportunidad de hacer la pelota a los alemanes, practicar mi aún mediocre alemán, ver como respira el tema laboral, y porque no, hacer contactos. Quién sabe que puede salir de una cosa de estas.

Estoy apuntado también además en el programa Tándem del instituto, en el cual te ponen en contacto con un alemán o alemana que esté estudiando tu idioma. Una magnífica forma de conocer gente nueva aquí en Múnich.

Por lo demás esta primera semana, a pesar de ser un poco estresante e ir arrastrando un cansancio físico y mental que estoy empezando a soltar ahora, ha sido buena. Los compañeros en clase son muy majos y he coincidido con una compañera que también estudió en Mayo en el instituto. En 4 días ya nos hemos ido de cervezas 2. Me encanta esta ciudad :).

De forma que en estas dos semanas siguientes espero poder tener en orden papeles de registro y poder apuntarme en la oficina de empleo aquí en Múnich.

Tschüss und bis zum nächsten Mal!

lunes, 4 de febrero de 2013

De nuevo en camino...

Nueva entrada, o más bien renacimiento, de un blog que tenía prácticamente abandonado. El experimento alemán, esos dos meses en Múnich, fueron una excelente piedra de toque, y una buena manera de establecer una cabeza de puente para el inevitable retorno.

La situación en España a comienzos de 2013 no es muy distinta de lo que era en 2012, si cabe, es aun peor. No hay apenas oportunidades y la cosa está realmente mal, de manera que solo queda una vía para poder ganarse la vida. Y es salir de este país, en el que apenas se vislumbra alguna esperanza, para intentar buscarse la vida en el extranjero.

La idea es ir para una larga, muy larga estancia, tan larga como lo permitan los fondos. Con la ilusión que sea permanente. Con la esperanza de empezar una nueva vida, nueva gente y nuevos horizontes. Sobre todo salir de aqui, en un ambiente cada vez más asfixiante, carente de estimulos.

Es ilusionante y a la vez bastante intimidante, el salir con una mano delante y otra detrás a pelear por un empleo en un pais extranjero. Con el agravante del idioma, que siempre es duro, pero esta vez voy con un plan, y voy con la intención de tener exito. Llegados a este punto, el fracaso no es una opción.

El plan es claro, dos meses de intensivo para alcanzar el nivel B2 requerido para poder trabajar en Alemania (en ingeniería) y empezar a buscar trabajo y piso desde el día uno. A partir de ahi supervivencia y movimiento. En este caso la experiencia de los compañeros que ya están alli será impagable.

No se que me espera al llegar allí, no tengo ni idea de como se van a desarrollar los acontecimientos, pero lo que es evidente es que hay que, o salir a jugarsela, suceda lo que suceda, o morir cada día aquí un poco más.

El día cuatro de Marzo debe comenzar una nueva vida, aunque en realidad esta comenzará el dia 3, día en que comenzaré la paliza de 2000 km de carretera (y 25 horas de viaje), atravesando media Europa, con mi fiel Ford Focus. Esta claro el destino, München, lo que ya no está tan claro es la ruta a seguir.

Es lo de menos :) .